Sistemas de captura de CO2
En las últimas décadas el cambio climático ha sido tema de discusión en diversos foros científicos, industriales y políticos. Una de las principales causas de dicho cambio es el efecto invernadero originado por las altas concentraciones de algunos gases en la atmósfera, entre ellos el dióxido de carbono (CO2). Se sabe que la quema de combustibles genera alrededor de 32 Gton de CO2 al año, y el 40% está relacionado con la generación de electricidad y aproximadamente el 20% con la operación de la industria química y petroquímica, constituyendo así la principal fuente de emisiones de CO2 a nivel mundial.
Debido a ello, durante la última década se ha acrecentado la necesidad de buscar soluciones que permitan mitigar el impacto ambiental de estos procesos, considerando alternativas como la reducción de la demanda de electricidad, el desarrollo de procesos de conversión de energía con mayores eficiencias, el uso de energías renovables y el diseño de sistemas de captura de CO2. En México se ha comenzado a explorar la implementación de procesos de Captura, Uso y Almacenamiento de CO2 (CCUS, por sus siglas en inglés), el cual está integrado por tres etapas: la captura de CO2 a partir de fuentes fijas de emisión, el transporte y el almacenamiento geológico.
En 2014, la Secretaría de Energía (SENER), en colaboración con otras dependencias gubernamentales y centros de investigación, presentó un Mapa de Ruta Tecnológica (MRT) para la implementación de sistemas de captura de CO2 en las centrales termoeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para su posterior uso en procesos de recuperación mejorada de hidrocarburos. En dicho MRT se define la ruta crítica desde la incubación hasta la implementación de dichos sistemas a gran escala, considerando un periodo de 10 años, de 2014 a 2024.
Es fácil imaginar que las entidades directamente involucradas en el desarrollo e implementación de estas tecnologías son PEMEX y la CFE. Sin embargo, es importante considerar que las instituciones de educación superior y centros de investigación juegan un rol primordial en dicho plan, ya que éste contempla el desarrollo de recursos humanos y capacidades tecnológicas para la operación de dichos sistemas, lo cual involucra la formación de especialistas en energía, procesos químicos, transporte y distribución de CO2, análisis de yacimientos petroleros y almacenamiento geológico de CO2. Tenemos por lo tanto, el reto de preparar a profesionistas capaces de hacer frente a las demandas del sector energético, para la consecución de los objetivos planteados.
Acerca del autor: Nelly Ramírez Corona es profesora de tiempo completo del Departamento de Ingeniería Química, Alimentos y Ambiental de la Universidad de las Américas Puebla, desde 2007. Ha impartido los cursos en las áreas de Cinética y Catálisis, Reactores Químicos y Dinámica y Control de Procesos, tanto a nivel Licenciatura como Maestría. La Dra. Ramírez realizó estudios de Posgrado, Maestría (2002) y Doctorado (2006) en Ciencias en Ingeniería Química, en el Instituto Tecnológico de Celaya, Gto., México, y la Licenciatura en Ingeniería Química en la Universidad Autónoma de Tlaxcala (2000), Tlax., México. Actualmente es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, CONACYT (Nivel Candidato, 2008-2010, 2011-2012). Dentro del desarrollo de sus proyectos de investigación ha dirigido tesis de Licenciatura y Maestría en Ingeniería Química, cuenta con publicaciones en revistas internacionales de estricto arbitraje y ha presentado su trabajo en foros de difusión científica nacionales e internacionales. Su línea de investigación está enfocada al área de Ingeniería, Simulación y Control de Procesos, Modelación de Procesos Biológicos y Enseñanza en Ingeniería.
Por: Dra. Nelly Ramírez Corona
Profesora de tiempo completo del Departamento de Ingeniería Química y Alimentos, UDLAP
nelly.ramirez@udlap.mx