Contabilidad y Finanzas en todo

Contabilidad y Finanzas en todo

Ciertas áreas del conocimiento se convierten, inesperadamente, en indispensables para la cultural de una época. Sucedió con la fotografía a finales del siglo pasado y hoy cualquiera que tenga un teléfono celular es un fotógrafo. Así sucede con la Contabilidad y las Finanzas en los momentos actuales. Cualquiera que esté en una empresa, que lea un periódico, vea las noticias o simplemente platique sobre temas de actualidad con los amigos, puede hacerlo cabalmente desconociendo términos contables y financieros (lo mismo podríamos decir de términos económicos, pero no son objeto de este artículo y son especialidad del maestro Salustio García Juárez, así que los remito a sus Reflexiones).

El caso más dramático de la falta del conocimiento contable-financiero es el de los emprendedores, hay investigaciones serias en los años recientes indicando que un alto porcentaje, arriba del 60%, del fracaso de las micro y pequeñas empresas se debe al desconocimiento o al mínimo conocimiento que tienen sus fundadores de los aspectos contables y financieros. No nos referimos a las cuestiones fiscales, porque casi siempre cuando un pequeño empresario pide asesoría se refiere a su registro en Hacienda y a los impuestos que debe pagar y no quiere hacerlo. El asunto es diferenciar entre dinero y utilidad, si es posible pagar deudas, establecer cuanto efectivo se necesita para operar diariamente, que tanta capacidad de endeudamiento tiene su negocio, cuánto y en qué debe invertir, cuántos periodos de pérdida puede soportar sin enfrentar la quiebra y otras cuestiones vitales, que un buen diplomado en contabilidad o en finanzas le permitirían adquirir.

También debe mencionarse la diaria actuación de muchos ciudadanos que enfrentan el brutal alud de publicidad acerca de ofertas, posibilidad de comprar al contado o a crédito, pedir préstamos y otras cuestiones semejantes, sin tener las herramientas para evaluar y decidir cuáles son las mejores opciones para ellos. Este criterio lo generan los conocimientos de contabilidad y de los fundamentos de finanzas.

Leemos noticias de deportistas, actores y otros profesionales de ciertas actividades que, con pocos estudios formales, pero una gran dedicación a su quehacer, el cual dominan, han amasado una fortuna que luego pierden o ponen en riesgo porque no saben manejarla, tuvieron administradores poco éticos o simplemente no entienden lo que hace su contador y no pueden supervisar adecuadamente sus propiedades o saber, mínimamente, si se han pagado sus impuestos.

Previo a la pandemia existía un apogeo de oferta de cursos y diplomados contables por parte de casi todas las universidades y centros de capacitación. Es importante destacar lo anterior y que el público retome estos estudios y que, cuando termine esta época de excepción, los profesionales de otras áreas sean más fuertes en aspectos contable-financieros.

Sobre el Autor.

Francisco Calleja. Profesor de tiempo completo en la escuela de Finanzas y Contaduría de la Universidad de las Américas Puebla.

Contacto: francisco.calleja@udlap.mx

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