Nanomedicina vs cáncer, un nuevo panorama en tratamientos

Nanomedicina vs cáncer, un nuevo panorama en tratamientos

El cáncer es una enfermedad que se desarrolla por alteraciones del material genético llamadas mutaciones en una célula normal convirtiéndose en una célula cancerígena, las mutaciones le confieren a la célula cancerígena la capacidad de dividirse ilimitadamente, a una velocidad mayor y con capacidad de heredar sus genes mutados a las células que nazcan de ella.1A lo largo del tiempo se han buscado diversas formas de tratar esta enfermedad, recurriendo a tratamientos muy agresivos para el ser humano.

La nanomedicina lleva a la clínica la aplicación de nanotecnología para el diagnostico, prevención y tratamiento de enfermedades con ingeniería de tejidos o liberación de fármacos. Este último es de especial interés por el posible beneficio que tiene a la resolución de patologías, pues mejora la biodisponibilidad y liberación selectiva en sitios específicos de algún medicamento. Pudiendo ser este una nueva alternativa para el tratamiento contra el cáncer. Los nanosistemas de liberación de fármacos son de dos tipos; orgánicos o inorgánicos, encontrando en el primer grupo las nanoesferas, nanocápsulas, micelas, liposomas, dendrímeros y conjugados polímero-fármaco. En el segundo grupo nanopartículas de óxido metálicos, nanopartículas de sílicamesoporosa y nanotubos de carbono2.

Los nanosistemas de liberación se pueden acumular y mantener en el tumor, al aprovechar las características propias de este, que son la angiogenesis aumentada con arquitectura defectuosa, fenestraciones de 10-800nm y drenaje linfático escaso. A este efecto se le conoce como permeabilidad y retención aumentada. Si al nanoacarreador se le liga un ligando especifico para los receptores tumorales será aun mayor su efecto terapéutico. Algunos ejemplos de éstos nanofármacos con nanosistema de liberación se presentan a continuación.

Varios nanofármacos disponibles actualmente para el tratamiento del cáncer son Dox1l y Abraxane, aunque ha habido resultados favorecedores es necesario aun más investigaciones en este campo. El primero consta de un sistema de liposomas funcionalizados con polietilenglicol encapsulado doxorrubicina2. Por su parte Abraxane es paclitaxel unido a humana albúmina3.

Los liposomas son biocompatibles, biodegradables, baja o nula toxicidad, los recursos para producción son abundantes, tienen baja eficacia de encapsulación y baja solubilidad en sangre, biodisponibilidad baja, atraviesan membranas celulares y barrera hematoencefálica, se pueden alterar en medios biológicos y perder efectividad4.

En el caso de los nanotubos de carbono los recursos para producirlos son abundantes, pero de alto precio, no son biocompatibles por ello se les debe sumar esta propiedad, pueden ser tóxicos, biodegradación prologada con ello una biodisponibilidad larga, con residuos no biodegradables, atraviesan membranas celulares, pero no todos la barrera hematoencefálica, no se alteran por medios biológicos, son difíciles de reproducir y hoy en día es difícil lograr una especificidad y eficacia idónea4.

Dentro de las desventajas de la terapia contra el cáncer hoy en dia, es que trae consigo muchos efectos adversos, por ejemplo, la radioterapia puede producir mucositis, pérdida del sentido del gusto, hiposialia, caries dentales, trismos o la osteorradionecrosis y por su parte la quimioterapia variará en función de la dosis, ciclos y vías de administración, pero afectará principalmente a los sistemas digestivo, hematológico, renal, neurológico y dermatológico5. Estas reacciones son productos de la poca selectividad de la terapia a las células cancerígenas, y debido a esto cuando el cáncer se ha diseminado, estas terapias tienen a ser ineficientes por la poca especificidad. La nanotecnología nos da una oportunidad de tratar cánceres en etapas más avanzadas, teniendo un mejor pronóstico, así como menos efectos adversos. Debido a que, gracias a sus características se puede administrar una cantidad de fármaco mayor.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Sánchez, N. C. (2013). Conociendo y comprendiendo la célula cancerosa: Fisiopatología del cáncer. Revista Médica Clínica Las Condes, 24(4), 553-562.
  2. Rojas-Aguirre, Y., Aguado-Castrejón, K., & González-Méndez, I. (2016). La nanomedicina y los sistemas de liberación de fármacos:¿ la (r) evolución de la terapia contra el cáncer?. Educación química, 27(4), 286-291.
  3. Calorio, M. C. Nanotecnología en Medicina. Informe de síntesis de tecnología emergente, pgs, 1-50.
  4. Núñez del Prado, P. (2021). Nanopartículas en la terapia contra el cáncer: estudio comparativo de nanotúbulos de carbono y liposomas en el tratamiento del cáncer.
  5. Silvestre-Donat, F. J., & Puente Sandoval, A. (2008). Efectos adversos del tratamiento del cáncer oral. Avances en odontoestomatología, 24(1), 111-121.

 

Sobre los autores:

Cecilia Guadalupe Amador Medina. Alumna de la Facultad Medicina Campus II “Dr. José Narro Robles” en la Licenciatura de Médico General en la Universidad Autónoma de Sinaloa.

Contacto: amadormedinacg@gmail.com

Jorge Alberto Guevara Díaz. Alumno de la Facultad Medicina Campus II “Dr. José Narro Robles” en la Licenciatura de Médico General en la Universidad Autónoma de Sinaloa, Miembro Activo de la Asociación Mexicana de Médicos en Formación (AMMEF A.C.) en la cual es parte del Equipo Nacional del Comité Permanente de Educación Médica.

Contacto: jorgeguevara.med@gmail.com

Hassler Stefan Macías Sánchez. Estudiante de la Licenciatura en Médico Cirujano en la Universidad de las Américas Puebla, Miembro del Programa de Honores, Miembro estudiantil del American College of Physicians, Miembro de la Asociación Médica Estudiantil de las Américas (AMEA A.C.), Miembro Activo de la Asociación Mexicana de Médicos en Formación (AMMEF A.C.) en la cual es parte del Equipo Nacional del Comité Permanente de Educación Médica.

Contacto: hassler.maciassz@udlap.mx

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