Plantas medicinales: fuente natural de medicamentos
México es un país privilegiado ya que su territorio alberga aproximadamente el 12% de todas las especies del mundo, convirtiéndolo en uno de los países de mayor diversidad biológica. Las plantas no están exentas de esta gran diversidad y le han proporcionado a los habitantes de este suelo, entre otras cosas, vestido, casa, sustento, energía y medicamentos.
Desde épocas prehispánicas se utilizaron las plantas como fuente de medicamentos, tanto para aliviar, como para curar ciertas afecciones de la salud humana. Poco a poco, a través del método de prueba y error, fue naciendo la «Medicina Tradicional Mexicana». Lamentablemente, en muchos casos el error condujo a la muerte de quien consumía tal o cual planta. Incluso hoy, debemos tener mucho cuidado con el consumo de estos productos naturales. Existe actualmente el mito de que si algo es natural es bueno y no nos puede causar daño; sin embargo, este mito se desvanece si recordamos que el té de cicuta (una planta cuyo nombre científico es Conium maculatum) es un potente veneno y sirvió para ajusticiar a Sócrates, el gran filósofo griego, quien fue condenado a muerte. Recordemos también, y sólo para dar un ejemplo más, que con la mezcla de extractos de diferentes plantas se obtiene el curare, un veneno muy utilizado por los indígenas del Amazona para envenenar las puntas de sus flechas. Por todo esto, es necesario tomar precauciones a la hora de utilizar las plantas como fuente de medicamentos.
La Ley General de Salud y el Reglamento de Insumos para la Salud, diferencian un medicamento herbolario de un remedio herbolario; en resumen, el primero tiene evidencias científicas para su uso, mientras que con el remedio herbolario su uso sólo se apoya en el conocimiento tradicional. Aquí es donde reside el gran problema, ya que normalmente la tradición oral se refiere a alguna planta por su nombre común y este puede referirse a especies de plantas diferentes, si nos movemos de una región a otra del país. Así, por ejemplo, el muy conocido «gordolobo» es el nombre común de aproximadamente una veintena de plantas diferentes. El sentido común nos indica que es casi imposible que todas estas tengan el mismo efecto medicinal.
Las plantas son maravillosos laboratorios vivientes, ya que por sí mismas deben elaborar diferentes tipos de sustancias que les sirvan como medios de defensa contra ataques de microorganismos, insectos o predadores permitiendo adaptarse al lugar donde se encuentran. Estas sustancias le sirven también al ser humano como antibióticos, antivirales, anti-inflamatorios, antiparasitarios, anticancerígenos, insecticidas, etcétera. Sin embargo, se requiere de la investigación científica para determinar qué planta tiene tal o cual propiedad, en qué dosis y qué parte de la planta se debe usar para no causar problemas de intoxicación, qué época del año o etapa de crecimiento se debe cosechar la planta para que tenga el efecto deseado. Todos estos y algunos más, son datos importantes para poder consumir los productos herbolarios sin riesgos y tener mayor certeza de conseguir el efecto deseado.
Lamentablemente, un porcentaje muy bajo de plantas han sido estudiadas científicamente con este propósito, por ello se requieren de dos acciones inmediatas: por un lado, mayor apoyo económico para llevar a cabo estudios científicos serios y, por otro, concientizar a la población del uso adecuado de los productos herbolarios.
Acerca del autor: Luis Ricardo Hernández estudió la carrera de Licenciatura en Química en la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia de la Universidad Nacional de Tucumán, obteniendo su grado en 1990. En esta misma Universidad obtuvo el título de Doctor en Química en el año 1996. Desde 1997 a 1999 hizo una estancia postdoctoral en el Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (CINVESTAV-IPN) en el Distrito Federal-México. Desde 1990 hasta la fecha se dedicó a la docencia universitaria, primero como estudiante de grado y posteriormente como profesional. En este tiempo dio cursos de grado y postgrado principalmente en el área de Química Orgánica. Estuvo como docente de tiempo completo en la Universidad Nacional de Tucumán (Argentina) y posteriormente en la Universidad del Mar (Oaxaca-México). Actualmente se desempeña como profesor de tiempo completo en el Departamento de Ciencias Químico Biológicas de la Universidad de las Américas Puebla. Desde 1987 comenzó a trabajar en el aislamiento y elucidación estructural de metabolitos secundarios de plantas, dándole esta orientación a su carrera científica. Participó en varios proyectos de investigación como colaborador y en otros como director. En el concurso del año1999 fue distinguido como Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET) y en el 2003 fue nombrado Investigador Nacional Nivel 1 del Sistema Nacional de Investigadores de México (SNI). Una de las líneas de investigación del Dr. Hernández se refiere a biopesticidas y están orientadas al aislamiento e identificación estructural de fitoquímicos con potencial actividad plaguicida, trabajando en conjunto con investigadores de otras universidades y con agricultores del Estado de Puebla, México. Por otra parte, también está realizando investigación en productos naturales de plantas con actividad antimicrobiana, anti-inflamatoria y citotóxica. Asimismo, realiza estudios de los metabolitos secundarios de plantas a nivel de trazas con propósitos quimiotaxonómicos. El Dr. Hernández cuenta con 33 publicaciones en revistas científicas internacionales con referato, cinco capítulos de libro y siete publicaciones en el ámbito de la docencia. En estas publicaciones ha reportado, entre otras cosas, el aislamiento y la caracterización espectroscópica de aproximadamente un centenar de productos naturales nuevos para la literatura mundial, uno de ellos con un esqueleto carbonado nuevo, al que bautizó con el nombre “sarcopetalano” porque fue aislado de la planta Croton sarcopetalus. También hizo varias presentaciones en congresos nacionales e internacionales. Además de la investigación, otra de las pasiones del Dr. Hernández es la docencia a la cual dedica gran parte de su tiempo, prueba de ello son los numerosos estudiantes, tanto de nivel licenciatura como de posgrado, que tiene a su cargo en direcciones de tesis o formación dentro del área de los productos naturales.
Por: Dr. Luis Ricardo Hernández Molina
Director del Departamento de Investigación y Posgrado de la UDLAP
luisr.hernandez@udlap.mx