Narrativas, números y reflexiones (parte 2 de 2)
Actualmente, contamos con una amplia literatura que soporta la existencia de dos tipos de procesos cognitivos: los lentos y reflexivos, y los rápidos e intuitivos, mismos que han sido identificados por Stanovich y West (2000) [1], respectivamente como el Sistema 2 y el Sistema 1.
Cuando acudimos a modelos cuantitivos, para tomar nuestras decisiones de inversión, en realidad activamos nuestro segundo sistema cognitivo, porque nos esforzamos cognitivamente para deliberar sus pros y contras, al tiempo que reflexionamos sobre los argumentos en los que se soportan nuestros cálculos. Por el contrario, cuando tomamos nuestras decisiones de inversión de forma más intuitiva, basándonos en alguna narrativa que nos explique de forma simple, aunque no tan convincente, las razones de que una empresa como Amazon pueda valer en el mercado lo que vale, en realidad apelamos a nuestro primer sistema cognitivo, lo cual requiere de un esfuerzo cognitivo mucho menor.
¿Cómo podemos saber, entonces, si como inversionistas somos más propensos a utilizar un tipo de proceso cognitivo u otro y, por lo tanto, a ser más fáciles de persuadir con una buena narrativa que con un modelo cuantitativo más riguroso? Shane Frederick (2005) [2], de la Escuela de Administración de la Universidad de Yale, ha propuesto un test muy simple, consistente en resolver una serie de problemas como el siguiente:
Dispongo de dos acciones que, en conjunto, tienen un valor de mercado de $9,900 pesos. Si una de ellas vale $9,000 pesos más que la otra, ¿cuánto vale esta última?
Si usted considera que debe valer $900 pesos, sea bienvenido al club de quienes, para bien o para mal, nos dejamos convencer más por una buena narrativa, que por muchos modelos cuantitativos. Finalmente, como en su tiempo dejara en claro John Maynard Keynes, el legendario economista britanico: «hay quienes preferimos estar vagamente en lo correcto, y quienes prefieren estar precisamente equivocados».
[1] Stanovich, K.E., y West, R.F. (2000). Individual Differences in Reasoning: Implications for the Rationality Debate. Behavioral and Brain Sciences, 23:5, 645-726.
[2] Frederick, S. (2005). Cognitive Reflection and Decision Making. Journal of Economic Perspectives, 19:4, 25-42.
Acerca del autor: Ingeniero en Sistemas Computacionales, Maestro en Finanzas, Maestro y Doctor en Economía; actualmente está cursando un posgrado en Neurociencias Aplicadadas al Marketing, en el ámbito Socio-Político. Con experiencia profesional en el ramo turístico, automotriz y financiero, además del académico, participó como consejero del Grupo Financiero Asemex-Banpais. Es Profesor Titular adscrito al Departamento de Banca e Inversiones de su alma-máter, la Universidad de las Américas, Puebla, donde además de haber diseñado y coordinado la Licenciatura en Banca e Inversiones (2007-2016), imparte asignaturas en las áreas de: Banca Comercial, Banca de Inversión, Banca Privada, Economía Conductual y Economía Gerencial, a nivel posgrado. A partir de Junio del 2017, tiene a su cargo la organización del Departamento de Banca e Inversiones de la Escuela de Negocios y Economía, en su carácter de Coordinador Académico de la Licenciatura en Banca e Inversiones y el Doctorado en Economía. Habiendo realizado inicialmente investigaciones en Inteligencia Artificial, Historia Empresarial y la relación entre la Cultura, la Política y el Desarrollo Económico, recientemente ha concentrado su interés tanto en el Análisis de los Factores Profundos del Desempeño Económico, particularmente en los aspectos Neurobiológicos de la Toma de Decisiones en los contextos financiero-mercantil y económico social, así como su impacto en el desarrollo socio-económico. Habiendo sido Miembro Fundador del Consejo Administrativo de la Universidad de las Américas, Puebla, forma parte del Consejo Consultivo del Centro de Desarrollo, Responsabilidad y Compromiso Social de esa misma institución.
Por: Dr. Felipe de Jesús Bello Gómez.
Director académico del Departamento de Banca e Inversiones UDLAP.