Orientar la innovación científica y tecnológica a reducir los costos de producción de bienes y servicios existentes, una meta alcanzable

Orientar la innovación científica y tecnológica a reducir los costos de producción de bienes y servicios existentes, una meta alcanzable

A través de las últimas dos décadas la transformación de bienes y servicios se ha visto directamente beneficiada por dos elementos esenciales: la inversión en ciencia y tecnología y apuntalamiento de políticas públicas orientadas a una mayor inversión en la educación. Esta formula ha dado resultados aumentando la riqueza y abatimiento de la pobreza, así como un mayor bienestar social en general. Los casos más representativos son los países de Estados Unidos, Japón, Suiza, Holanda, Finlandia y, recientemente, China, Corea del Sur e Israel, por mencionar algunos. A diferencia de países con un potencial de recursos naturales y, sobre todo, con potencial petrolífero no alcanzaron estos niveles de bienestar. Esto no significa que los países ricos ganan más por que tienen más, sino por el contrario innovan en gastar menos y orientan su estrategia económica a una mayor productividad científica con base a la mejora de programas educativos que generen en las empresas productos susceptibles de producir patentes.

Las áreas que requieren de mayor atención son las de salud, tratamiento de agua, producción de energía limpia, vivienda autosustentable, sistema de calidad y ahorro de bienes naturales, fomento a la cultura de rechazo a la corrupción, sistemas de preservación de medio ambiente, la industria alimentaria y políticas publicas dirigidas a generar los recursos humanos necesarios en equilibrio con la demanda laboral y el entramado empresarial.

El sector privado juega un papel importante en esta propuesta, es una realidad que la crisis económica mundial ha cambiado las reglas del juego, los recursos económicos deben administrarse con mas cautela, el mercado de bienes y servicios ya no sólo depende de la fidelidad del cliente sino de la capacidad de innovarse para ser más competitivos en costos y calidad.

Explorar nuevas formas de producción, el ahorro de insumos no renovables y la revolución tecnológica es el foco de atención de los países en proceso de crecimiento, sin embargo, sí la formula no es completa, si hay educación pero no está orientada a los sectores prioritarios, o no existe un proyecto de inversión en la ciencia, habrá un desequilibrio que se traducirá en recursos humanos altamente calificados pero un sector productivo incapaz de absorberlos y se generará un círculo que traerá mayor pobreza, crisis económica, movilidad profesional (fuga de cerebros) y pérdida de inversión.

Esta tarea es urgente para resolver los rezagos y las desigualdades sociales a nivel mundial que, en parte, son fuente de fuertes crisis sociales y económicas.

Acerca del autor: Elizabeth Espinoza Monroy es Doctora en Derecho con Mención Honorífica, por la Universidad Panamericana. Cuenta con una Maestría en Investigación y Docencia por la Universidad Nacional Autónoma de México, en la que obtuvo Mención Honorífica. Fue becaria CONACYT por la investigación titulada «Proyecto de Modelo para la Educación Jurídica Superior (Vida en el Aula)», dentro del sistema de Excelencia del Posgrado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México. Asimismo, obtuvo una beca, otorgada por el CONACYT por la investigación intitulada «La educación jurídica superior», para la realización de estudios de Posgrado. Desde 2009 es miembro del Sistema Nacional de Investigadores CONAC y T «C». Ha colaborado en estudios realizados en conjunto entre México y la Unión Europea y la Secretaria de Educación Pública Federal a través de la Dirección General de Acreditación, Incorporación y Revalidación sobre los retos planteados para la internacionalización de la educación superior y las herramientas desarrolladas para facilitar la cooperación académica y la movilidad estudiantil. Autora de diversos artículos relacionados a la investigación en revistas jurídicas especializadas, ha publicado el libro Paradigmas de la educación jurídica de la editorial Porrúa, actualmente es profesor de tiempo completo de la Universidad de las Américas Puebla.

Por: Elizabeth Espinoza Monroy
Profesora de tiempo completo del Departamento de Derecho de la UDLAP
elizabeth.espinoza@udlap.mx

Disponible formato PDF

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