Espora No. 9
Carta Editorial
La siguiente línea es una insinuación. fue un miércoles la pri-mera noche fría del año: nunca se nos va a olvidar. el vacío está implícito entrelíneas. podríamos hacer varias metáforas sobre esto: una niebla que se está colando en nuestras propias rendijas. la condición de lo efímero. ya no recordamos que hay otra des-aparición no forzada, pero igual de dolorosa: los cadáveres son exquisitos cuando jamás encuentran corporalidad. los huesos no sólo forman estructuras medulares. construyen la narratividad de un nervio: el impulso que bosqueja la escritura. el desmembra-miento temporal. la ficción del horror: nuestra propia causalidad es una figura incomprensible. la reacción ante lo obsceno. desde esta línea rastreamos lo imprevisto: una oración inconclusa, alea-toria, incontrolable. fue una búsqueda esquizoide de la antesala a este número. el diálogo se trenzó como cualquier madeja entre hiatos: la ruptura fue necesaria cuando las preguntas iban por la corriente alterna. caída abajo o boca arriba. el punto fue apren-der de aterrizajes: nos gusta el ofuscamiento porque es una lupa. este número es un mapa. no, más bien: una pequeña historio-grafía de cuerpos ante la reticencia al olvido. nosotras contra la reticencia en estos cinco números que hicimos nuestros. todos nos marchamos de alguna manera: le dimos pies a un rompeca-bezas que va entendiendo cómo ensamblarse sólo y a su mane-ra. aunque nos sabemos como un asunto desmembrado: todas las partes habrán de hilarse como esta zona de encuentro. hasta esta línea nuestra. pero siempre tuya: lector.
– Nicté Toxqui & María Fernanda García Reyes