Una cultura de respeto a la legalidad, fuente motora de las reformas económicas
Es indudable que un sistema jurídico sólido y el respaldo a una cultura de legalidad por parte de todos los sectores de la sociedad es vital para un crecimiento económico sostenido, cuando escuchamos hablar sobre la cultura de la legalidad pareciera ser un aspecto lejano a nuestros usos y costumbres sin embargo en estos días es un reclamo y condición primaria para desarrollar nuestra economía. ¿Dónde inicia la cultura de la legalidad?. Desde nuestros hogares, pasando por los centros educativos y trabajos.
El papel de las instituciones para hacer respetar y cultivar las actitudes de legalidad es transcendental. La responsabilidad de la sociedad no lo es menor, un clima de negocios donde la incertidumbre, la inseguridad y la falta de estado de derecho limitan a los empresarios a generar fuentes de empleo.
Las reformas estructurales significan cambios estratégicos que están encaminados a sostener un panorama de inversión completa, y serán esfuerzos en vano sino hay un cambio de actitud frente a la corrupción e ilegalidad en todos los niveles, los actos vandálicos en contra de los empresarios y de la población en general preocupan no solo a los mexicanos sino a los sectores internacionales de inversión.
México es el país de las oportunidades, con una gran gama de recursos naturales y humanos, es característico de un México pujante la preocupación de la clase empresarial por generar un clima de empleo digno, salarios justos y competitivos. Sin embargo han tenido que invertir una parte importante de sus ganancias no en capacitación como cualquier empresa lo demanda sino en seguridad, pues esta deben extenderla a sus colaboradores y familiares de sus colaboradores de todos los niveles.
El tema de la inseguridad no solo es tarea pendiente del estado sino de la sociedad en general, las campañas de prevención del delito y el respeto a la legalidad deben permear en todos los niveles para seguir formando el México que todos nos merecemos.
Mientras las reglas de juego de negocios estén claras para los inversionistas y el clima de negocios se respalde en una cultura de la legalidad, no habrá escaladas de fuga de empresarios, las reformas estructurales pueden ser una ventana de oportunidad para la generación de empleos, sin embargo la falta de garantías en seguridad para los inversionistas puede ser un factor de retraso y auto saboteo. El estado de derecho inicia por una cultura de legalidad, y estas alimentan el progreso.
Acerca del autor: Elizabeth Espinoza Monroy es Doctora en derecho con Mención Honorífica, por la Universidad Panamericana. Cuenta con una Maestría en Investigación y Docencia por la Universidad Nacional Autónoma de México, en la que obtuvo Mención Honorífica. Fue becaria CONACYT por la investigación titulada «Proyecto de Modelo para la Educación Jurídica Superior (Vida en el Aula)», dentro del sistema de Excelencia del Posgrado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México. Asimismo, obtuvo una beca, otorgada por el CONACYT por la investigación intitulada «La educación jurídica superior», para la realización de estudios de Posgrado. Desde 2009 es miembro del Sistema Nacional de Investigadores CONACYT «C». Ha colaborado en estudios realizados en conjunto entre México y la Unión Europea y la Secretaria de Educación Pública Federal a través de la Dirección General de Acreditación, Incorporación y Revalidación sobre los retos planteados para la internacionalización de la educación superior y las herramientas desarrolladas para facilitar la cooperación académica y la movilidad estudiantil. Autora de diversos artículos relacionados a la investigación en revistas jurídicas especializadas, ha publicado el libro Paradigmas de la educación jurídica de la editorial Porrúa, actualmente es profesor de tiempo completo de la Universidad de las Américas Puebla.
Por: DRa. Elizabeth Espinoza Monroy
Profesora de tiempo completo del Departamento de Derecho de la UDLAP
elizabeth.espinoza@udlap.mx