Trump, ¡lo mejor que nos podría haber pasado!
Espacio en el que ha aparecido el artículo y fecha en que ha sido publicado: e-consulta (17-02-17).
Existe un dicho popular que dice que crecer duele, y probablemente sea verdad.
Al día de hoy, poco me es necesario hablar sobre quién es y el revuelo causado por el actual presidente de nuestro vecino del norte; y justamente no me interesa hablar sobre él, sino sobre nosotros los mexicanos en esta etapa “dolorosa”… ¡pero de crecimiento!
Contrario a la opinión de muchos, creo sinceramente que el arribo de Trump a la presidencia de EUA es en gran medida una de las mejores cosas que nos pudo ocurrir como país.
Habrá quien diga que ciertamente es un gran reto, lo cual creo por igual, pero ¿que no son los retos (y sobre todo los más difíciles) lo que motiva a uno y le obliga a salir adelante?
Justamente, creo que en la perspectiva está la diferencia, y que lo que algunos perciben como amenaza, es a la vez una gran oportunidad… veamos algunos ejemplos.
Trump quiere construir un muro!!… ¿y luego?… vergüenza es que nosotros hemos construido “grandes muros”…
Estos muros los hemos construido y perpetuado en dos sentidos: a) físicamente, y peor aún, b) socialmente. Sobre los muros físicos basta ver a nuestros alrededores que cada ciudad en el país está llena de “privadas”, “fraccionamientos”, “zonas residenciales”, “cotos”, etc. con muros, rejas y casetas impenetrables (en mayor o menor medida); no solo eso, si no que peor aún, calles que antes eran de transito regular ahora son calles “cerradas” por los vecinos quienes hartos de problemas de inseguridad deciden, contrario a leyes y reglamentos de tránsito y al interés público, hacerlo de ese modo, limitando así la libertad de tránsito urbano a la gran mayoría de ciudadanos honestos y trabajadores y sus consecuencias en tiempos y demoras.
De igual forma, un gran número de personas en general han levantado sus muros y engrandecido y afilado las rejas de sus casas en cada ciudad por igual; en fin, es una vergüenza nacional, al menos desde mi personal opinión, tener que vivir en un país en el que para sentirse seguro es necesario crear pequeñas cárceles (pues así se pueden ver, ¿o no?) en lugar de poder vivir en un país de plena libertad como en el que deseamos y merecemos vivir todos nosotros, ¿cierto?; ¿por qué entonces nos genera tanto “dolor e indignación” el que Trump quiera (si pueda y cuando termine es otra cosa) levantar su muro? ¿no es acaso su “legitimo” derecho por igual?… por mí, que levante lo que quiera… mientras sea de su lado y con sus propios recursos… ¿pudiste prohibirle a tu vecino (o crees que tu vecino te podría haber prohibido levantar el tuyo) que ponga o levante su muro o reja siempre y cuando sea sobre su terreno y con sus propios recursos? Esta es una decisión unilateral y legitima, en cualquier caso. Qué nos afecta, pues ciertamente, pero eso es harina de otro costal y, además, puede ser parte de lo mejor que nos haya pasado, ¡ya verás por qué, si continúas leyendo!
El problema mayor en mi opinión no son los muros físicos que hemos construido, en todo caso “necesarios” para protegernos, sino los sociales. La división, descontento y fractura social en nuestro país es cada vez mayor y es un riesgo potencial para la estabilidad nacional en el mediano y largo plazo. En nuestro país es un gran problema el tener una división tan marcada entre la población causada por una mala distribución de la riqueza, debido a muchos factores, pero en gran medida a la corrupción histórica y la falta de visión y voluntad del gobierno.
El gobierno, quien en sus tres niveles está conformado por la clase política que todos conocemos, debía de haberse preocupado por ofrecer esquemas de acceso a servicios y espacios médicos, educativos, culturales, de transportación, de infraestructura y de recreación de alta calidad, así como reglamentaciones que promovieran el empleo formal, digno, protegido, bien remunerado y con beneficios sociales al igual que esquemas de emprendimiento, competencia y desarrollo de ciencia y tecnología; haber hecho eso habría disminuido en gran medida nuestros “muros sociales”.
Porque si cada uno de nuestros connacionales fuese capaz de tener acceso a los mejores servicios en cada rubro sin importar su condición económica (ejemplo de ello es Alemania entre muchos otros países europeos), entonces nuestra sociedad viviría de un modo equilibrado y sin tensiones sociales como las actuales derivadas, entre otras cosas, de poder satisfacer o no las necesidades y derechos humanos más básicos, y mejor aún, garantizaría a todos la capacidad de tener movilidad social y económica con base en el esfuerzo, desempeño y la capacidad individual y no a estar encadenados a ciclos viciosos de pobreza generacional frente a ventajas hereditarias que perpetúan el status quo y la división social. Con los niveles de recaudación que México ha experimentado, ciertamente se podría haber realizado y aún se puede hacer esto en los mejores niveles, sólo que la corrupción y apetito inmoral de riquezas no merecidas ha caracterizado a la gran mayoría de los políticos de nuestro país, quienes, en lugar de servir al pueblo, se han servido del pueblo… ¡¡y se siguen sirviendo con la cuchara grande!!
Así pues, el que Trump este ahora en el poder y quiera su “muro de la vergüenza”, nos obliga a darnos cuenta de que la vergüenza, no es un muro ni este señor, sino que es y ha sido nuestra clase política que ha fallado en generar los espacios y condiciones para que nuestros connacionales permanezcan en su país y con sus familias (a pesar de todas nuestras riquezas nacionales) y tengan que desarrollar sus talentos en tierras ajenas. Con un muro, muy probablemente no tendremos esa opción, por lo que ciertamente la presión y demanda por el cambio radical y positivo en la clase política se incrementará por parte del pueblo; ¡al incrementarse esa demanda popular por servicios y espacios de calidad a la población, transparencia, rendición de cuentas, remuneración razonable (y no desmedida y exagerada como ahora) de los servidores públicos, entonces y sólo entonces, estaremos encaminándonos a una madurez de nuestra ciudadanía, al nacimiento de nuevas fuerzas políticas y movimientos ciudadanos y estaremos tomando el rumbo de la mejora nacional para las futuras generaciones… finalmente!! ¡¡Un rumbo que ofrezca las oportunidades deseadas por todos, el estado de derecho y los accesos igualitarios para una sociedad basada en la meritocracia!!; así pues, creo firmemente que Trump es lo mejor que nos podría haber pasado a fin de acelerar el proceso de alzar nuestras voces cada mes más fuerte para acabar con el cáncer de la corrupción de nuestra clase política y el éxodo de mexican@s grandemente talentosos, valientes y esforzados.
Con Trump probablemente vendrá un periodo de austeridad; pues que bien!!…
Cuando existe austeridad, la creatividad e inteligencia son forzadas a desarrollarse pues, de una forma u otra, se tienen que encontrar soluciones a los problemas que no desaparecen. Cuando la creatividad e inteligencia se desarrollan, es altamente probable que se generen eficiencias e innovaciones. Las eficiencias generan ahorros y disminuyen tiempos y las innovaciones generan ventajas competitivas. Si de modo sostenido y a nivel nacional somos capaces de hacer más eficientes nuestras vidas personales y laborales estaremos gozando de una mejor calidad de vida en todo sentido en el mediano y largo plazo, ya que seremos más productivos y tendremos capacidad de ahorro. Más aún, al generar innovaciones, habremos descubierto nuevas formas de hacer las cosas y/o nuevos productos o servicios que podrán ser comercializados y generar nuevas fuentes de ingresos, creando potencialmente mayor riqueza que en el estado previo a la necesidad de la innovación.
Trump quiere poner cuotas y aranceles… pues lo pagará su propio pueblo… y nosotros nos expandiremos.
Con el fin de fortalecer su mercado interno, ha amenazado con establecer cuotas y/o aranceles a productos mexicanos; en el caso de aranceles, el precio incrementará al consumidor estadounidense, por lo que el productor mexicano será indiferente al menos en el corto plazo, mientras no existan productos sustitutos o proveedores internos que el consumidor estadounidense prefiera por precio/calidad. Las cuotas podrían afectar nuestras exportaciones más directamente. Sin embargo, los productos mexicanos son de alta calidad y se han establecido también en mercados internacionales y en el gusto de los consumidores norteamericanos; por lo anterior, no debemos paralizarnos ante el temor y mejor actuar de modo proactivo explorando y explotando los acuerdos comerciales de México para abrir nuevos mercados como los europeos, asiáticos, africanos (seleccionados) y los de medio oriente (seleccionados). Estos mercados pueden ofrecer ventajas mayores y sostenidas para el futuro a los exportadores mexicanos quienes aún podrán seguramente mantener participación en el mercado norteamericano. Mientras las “multinacionales” no regresen a producir a EUA, cosa que será mucho muy difícil en este mundo globalizado y con inversiones multimillonarias en infraestructura realizadas ya en el pasado, México seguirá gozando de muchas ventajas y Trump le estará dando un “balazo en el pie” a su propio pueblo con productos encarecidos y de menor calidad (teóricamente el libre comercio favorece al consumidor dándole acceso a productos de mejor calidad y menor precio); por lo tanto, creo que Trump es lo mejor que nos podría haber pasado a fin de darnos cuenta de una vez por todas que debemos y podemos ser autosuficientes además de voltear a ver el mundo en su magnitud… el mundo no es Estados Unidos; son tan sólo otro mercado, de entre muchos a nivel internacional con similar capacidad de consumo… tenemos un mundo por descubrir y conquistar!!
Creo que Trump es lo mejor que nos podría haber pasado para darnos cuenta que también nosotros discriminamos y tratamos mal a las mujeres…
con comentarios, actitudes, comportamientos… en todos los ámbitos de la vida… desde niñas hasta ancianas… creo firmemente que como sociedad tenemos mucho que mejorar en este sentido así que qué bueno que vemos la paja en el ojo del otro ya que creo que eso nos obliga ahora a reconocer la viga en el nuestro y eliminarla por completo. De otra forma, seriamos incongruentes.
Creo que Trump es lo mejor que nos podría haber pasado para darnos cuenta que también nosotros discriminamos y tratamos mal a (algunos) extranjeros (según su origen) y peor aún, a nosotros mismos.
¿o acaso valen “nuestros hermanos” centro y sudamericanos menos que los europeos y norteamericanos?; y peor aún, que nos discriminamos entre nosotros mismos de modo exagerado; o ¿acaso vale más la persona de piel blanca y ojos verdes/azules que la persona de piel oscura y ojos negros? ¿hacen las características físicas diferencia en la inteligencia, las habilidades o las competencias? ¿vale más una persona conforme más dinero tiene? ¡Ciertamente no! Y personalmente estoy convencido de que el valor de cada persona está determinado por el hecho extraordinario de ser único e irrepetible en el mundo y se incrementa, o decrece, por la naturaleza de sus acciones.
Finalmente, creo que Trump es lo mejor que nos podría haber pasado a fin de terminar de despertar como pueblo y como nación…
basta ver las marchas del fin de semana pasado, así como los mensajes y sentimientos de unión nacional que circulan en radio, prensa, tv, redes sociales y que son charla diaria desde meses atrás, al cual se suman la diáspora mexicana a nivel internacional; no solo eso, sino que muchas naciones incluyendo a gran parte de la población estadounidense se han unido a este “sentimiento” de unión nacional y solidaridad que de por si siempre nos ha caracterizado; ¡hoy más que nunca me siento grandemente orgulloso de ser mexicano y confió en la capacidad transformadora y positiva de todos nosotros!¡gracias Trump, por unirnos más y recordarnos quienes somos y de todo lo que somos capaces los mexicanos! ¡Eres lo mejor que nos pudo haber pasado pues nos obligas a dejar de ser la sombra y tomar el papel estelar que nos corresponde, nos obligas a cortarnos de una vez y para siempre el cordón umbilical de dependencia hacia Estados Unidos que tanto nos ha limitado! ¡Ahora, el destino está en nuestras manos, sorprendamos al mundo como ya lo hemos hecho muchas veces antes y como lo hicieron también nuestros grandes antepasados!
Acerca del autor: Abelardo Medel es Profesor-Investigador de Tiempo Completo del Departamento de Administración de Empresas dentro de la Escuela de Negocios y Economía de la UDLAP; es también candidato doctoral en la Facultad de Economía y Medios de la Universidad de Tecnología de Ilmenau en Alemania donde trabajo con financiamiento externo como Asistente de Investigación y Docencia por varios años adscrito al Departamento de Gestión de la Comunicación y Empresas Mediáticas. Posee un grado de Maestría en Economía y Negocios Internacionales de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Schmalkalden (Alemania) y una Licenciatura en Relaciones Industriales (Administración de Recursos Humanos) de la Universidad de Guanajuato (México). Además de la academia, el Profesor Medel cuenta con varios años de experiencia profesional como consultor interno y externo en Negocios y Recursos Humanos, función que ha desempeñado en varias organizaciones y trabajando con compañías y clientes de muy variados sectores económicos. Adicionalmente, cuenta con amplia experiencia en la venta de servicios financieros. Sus intereses de investigación cubren temas como emprendimiento, migración internacional, gestión estratégica de recursos humanos, negocios internacionales, compañías mediáticas, desarrollo regional y urbano, entre otros. Así mismo, ha sido seleccionado para presentar sus actividades y resultados de investigación en conferencias internacionales en Brasil, Estonia, Republica Checa y Alemania; debido a sus resultados académicos, el Profesor Medel fue seleccionado como participante en programas culturales y universitarios en China, Japón y Alemania en diversos momentos. A lo largo de su vida, el Profesor Medel ha obtenido varias becas, siendo las más relevantes las otorgadas por el CONACYT (México) para realizar estudios de maestría y doctorado en el extranjero y las becas cortas para estudios doctorales otorgadas por el DAAD y la TU Ilmenau en Alemania.
Por: Mtro. Abelardo Medel Domínguez
abelardo.medel@udlap.mx