Tragedias desconocidas
Espacio en el que ha aparecido el artículo y fecha en que ha sido publicado: e-consulta (05-08-2016).
El único problema filosófico verdaderamente serio es el Suicidio.
Juzgar si la vida es o no digna de vivir es la respuesta fundamental a la suma de preguntas filosóficas
Albert Camus (1913-1960)
Todos nos preocupamos y nos acongojamos por los homicidios, y después de la tragedia terrorista de los últimos meses, y también por la facilidad con que se consiguen las armas en USA y se acaba violentamente con la vida de inocentes, que se están divirtiéndose despreocupadamente en un local nocturno. Pero nuestros vecinos del norte deberían estar, no solamente preocupados, sino en emergencia nacional por el número de suicidios que se cometen en su tierra. Son 18 suicidios cada 100,000 habitantes, contra los 4.66 homicidios, por el mismo número de habitantes. Y los muertos en accidentes de carretera son 10.6, más de dobles de los homicidios. Y salvo Latinoamérica, en donde el número de homicidios es mayor que los otros dos rubros, en los demás países, los suicidios son la verdadera “pandemia” nacional y podemos decir de alcance mundial.
Con una componente fuertemente de “genero”: prácticamente son más del 80% los suicidas que son hombres. Tanto en Corea del Sur, como en Japón, son más los suicidios cada 100,000 habitantes, que los homicidios en México y respectivamente son 35 y 72 veces más que los homicidios que se cometen en sus respectivos países, como podemos apreciar en la tabla que les muestro a continuación.
Solamente en China, las personas que acabaron con su vida por su propia mano, en el 2013, fueron 303,217 (esto significa 838 al día) y 255,680 los seres humanos que pasaron a mejor vida en las carreteras del país del imperio celeste.
Tailandia es el país con el mayor número de muertos en percances automovilísticos: 36 cada 100,000 habitantes.
En nuestro país, que presenta uno con los índices más bajos, constatamos que mueren más de 12 suicidas al día y 37.4 sobre el asfalto, cada 24 horas, que creo es un número importante.
Si ampliamos la mirada a nivel mundial, son más de 750,000 los suicidios reportados en 2013: es el equivalente de desaparecer los habitantes de dos Cuernavaca o, para hacer más gráfica la analogía, tres veces las víctimas de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, que tanto han calado en nuestra menoría colectiva, como una de las mayores tragedias de la humanidad. Y si tomamos en cuenta los percances automovilísticos, que fueron en ese mismo año 1,314,000, el total sería de casi 2,100,000 seres humanos; es como si desapareciéramos cada año la población total de las tres principales ciudades de Austria: Viena, Graz y Linz.
¿Por qué estos datos no hacen noticia?
¿Por qué nadie hace nada?
¿Y dado que el 80% son hombres, que palabra acuñaríamos para esta tragedia?
¿”Homosuicidios”? ¿”Mascosuicidios”? ¿”Machosuicidios”?
¿Por qué es tan pronunciada la diferencia entre hombres y mujeres?
¿Es un problema de “genero”?
También en el caso de los homicidios, la proporción entre los dos sexos es igual de desproporcionada.
¿Por qué somos tan diferentes, por lo menos en estos aspectos, hombres y mujeres?
Tal vez acercándonos a la psicología evolutiva y a la primatología, podremos encontrar una respuesta.
Pero este es tema para otra plática.
Acerca del autor: Ingeniero Químico de la UAEM, con maestría en computación del ITESM, Campus Morelos. Posteriormente cursó un Doctorado en Administración en el Programa del ITESM, Campus Ciudad de México y la Universidad de Texas en Austin. Es profesor del ITESM, desde 1985, Ha sido Profesor invitado en la Maestría de Administración de la Rectoría de la Universidad Virtual, de la EGADE del Campus Monterrey y del Programa de Graduados del Campus Ciudad de México, Cuernavaca, San Luís Potosí y Morelia. Ha sido expositor en diferentes programas de Educación Continua, tanto presenciales como virtuales (Programa AVE) en diferentes Campus del Sistema ITESM, y en variadas regiones de la República y de América Latina (Perú, Colombia, Ecuador, Costa Rica, Panamá). Fue profesor de los “Paquetes educativos” del Sistema ITESM, impartiendo la materia de “Seminario de Análisis Económico, Político y Social” y el “Seminario de Filosofía Empresarial” en posgrado, tanto en maestría como en doctorado. Ha recibido en varias ocasiones la distinción de profesor mejor evaluado en el Campus Morelos, Ciudad de México, Monterrey y Santa Fe y en la Universidad Pontificia Bolivariana en Medellín, Colombia. Es fundador del Campus Santa Fe, donde fungió como director de la División de Negocios y Posgrado. Ha sido consultor en diferentes Instituciones, tanto públicas como privadas, tales como IMTA, GFT, la ONU-Méx, Línea Bancomer, Confitalia, Canacintra, Coparmex, Inophos e Infonavit, entre otras. Hasta el 2015 fue profesor de la EGADE Business School y del Executive MBA de la Universidad de Texas en Austin, donde impartió la materia de “Global Management”. Es autor del libro “Yo, el Director” de Editorial Océano y fue reconocido por la revista “América Economía” como el segundo mejor libro de gerencia en español del 2010 y primero en Latinoamérica. Próximamente, saldrá con la misma editorial la publicación del libro “Santo Tomás, CEO. Liderazgo Basado en Virtudes, (Virtues Based Leadership, VBL)”. Premio 2103 de Ex-a-Tec Nacional, en los festejos de 70 años del Tecnológico de Monterrey, a “Profesores que dejaron Huella”. Actualmente es profesor de tiempo completo del Departamento de Administración de la UDLAP.
Por: Dr. Mario De Marchis Pareschi
Profesor De Tiempo Completo, Administración De Empresas, UDLAP.
mario.demarchis@udlap.mx