Mujer al ritmo del siglo XXI

Mujer al ritmo del siglo XXI

¿Te has sentido como si estuvieras siguiendo el ritmo de vida de alguien más (en lugar de seguir el tuyo)? ¿Dejas que otras personas, (pareja, hijos, jefe), influyan el flujo de tu día? ¿Repites la misma rutina todo los días?

Esto nos pasa a muchas mujeres, nos dejamos llevar por el ritmo de nuestras actividades cotidianas. Seguir la rutina de alguien más, no es necesariamente funcional; ir en contra de tu ritmo natural tiene un efecto negativo en las hormonas femeninas.

Primero hay que considerar nuestro sistema de creencias, algunas mujeres piensan que deben hacer todas las actividades que hacen otras. Por ejemplo, si veo que mi compañera de trabajo hace 2 horas diarias de ejercicio, entonces yo también puedo… y, si no, siento que hay algo mal conmigo, lo que me lleva a castigarme, sentirme avergonzada o pensar que soy floja.

Existe en las mujeres el impulso nuevo de “ser super woman”. Veo en las empresas, la arraigada creencia en ellas de que: “mientras más estresadas están, más productivas son”, y eso no es necesariamente señal de éxito en nuestro entorno profesional.

Hasta hace poco, las mujeres dependían de los hombres para su seguridad y sustento. El lugar de las mujeres en el trabajo es relativamente nuevo, 2 o 3 generaciones cuando mucho. Todo este proceso de adaptación al modelo de trabajo que actualmente conocemos, es nuevo para nosotras; además, enfrentamos los retos que aún tenemos en las empresas, como la falta de equidad, desigualdad en los sueldos, falta de oportunidades de desarrollo y crecimiento.

Señales de que estás presionando tu cuerpo en vez de escucharlo y respetar sus límites:

  • Sentirte agotada
  • Poco deseo sexual
  • Síndrome premenstrual intenso
  • Sentirte culpable, avergonzada y/o deprimida sin motivo aparente
  • Acné alrededor de la mandíbula y mentón
  • Ganar peso en la parte media del cuerpo

¿Qué puedes hacer para balancear tu cuerpo y regresar al equilibrio?

  1. Empodérate a ti misma: reconoce que nada está mal contigo, puedes curarte y regresar al equilibrio. Esto te quita una carga y le permite a tu cuerpo alcanzar naturalmente la salud.
  2. Suelta la idea de perfección: pensamos que debemos vernos y ser perfectas para ser amadas y aceptadas. Ser exitosas en el trabajo NO significa que debemos saber TODO; se trata, más bien, de dar lo mejor de ti todos los días y estar para las personas importantes en tu vida.
  3. Tómate en serio el descanso: el sueño es necesario para tu salud, tantas actividades “hacer y hacer”, cansan. Empieza por el fin de semana y permítete dormir todo lo que quieras, escucha a tu cuerpo cuando estés agotada.
  4. Respiración diafragmática: (respira inflando el abdomen): esto te ayuda a balancear tu sistema nervioso, generalmente estamos todo el tiempo en la zona de “pelea” o “huida”; por eso necesitamos respirar así para llevar a nuestro cuerpo a la zona de “relajación”.
  5. Evalúa el ejercicio: ejercitarte de más incrementa el estrés en ti. Según tu condición y tipo de cuerpo puedes necesitar ejercicio más suave. Un ejemplo: una clienta exhausta, no tenía energía en todo el día; además tenía acné y grasa en el abdomen que no desaparecían. Todo esto se le quitó cuando dejó de correr 15 kilómetros diarios y empezó a hacer yoga. Así que encuentra la forma de mover tu cuerpo, que sea la más adecuada para tu estilo de vida.
  6. Acepta el poder de tu gente: rodearte de personas que te apoyen es crucial para tu salud. Los seres humanos estamos destinados a vivir en comunidad, es natural y es necesario; disfruta el tiempo con amistades que te aporten alegría.
  7. Ingiere alimentos que ayudan a tu equilibrio: come alimentos naturales y orgánicos, (sobre todo si comes carne o lácteos, por las toxinas y hormonas agregadas), grasas saludables (aceite de oliva, ghee, aguacate, nueces).
  8. Evita alimentos procesados o comida chatarra: (esta frase ilustra lo que es mejor para tu cuerpo): Si viene de una planta cómetelo… si fue hecho en una planta, no lo comas”. Exceso de azúcar: puede alterar el equilibrio de estrógenos en la mujer, y traer problemas menstruales. Cafeína en exceso: afecta negativamente a las hormonas, estimula las glándulas suprarrenales que segregan cortisol, la hormona del estrés. Alcohol en exceso: ejerce presión sobre el hígado, puede alterar la fertilidad y la regulación de la glucosa.
  9. Cuida la forma en que comes: mastica lento, (deja que las enzimas hagan su trabajo), disfruta los alimentos haciendo de la comida una experiencia de placer.

La salud es un viaje; no un destino; es un estado de bienestar general, no es solo ausencia de dolor. Estar sana requiere de un compromiso fundamentado en el amor propio, que nos lleva a reconocer que nuestro cuerpo tiene necesidades específicas. Una forma de hacerlo es a través del cuidado personal, es una forma de respetarte a ti misma y tomar decisiones para cuidar de tu cuerpo.

Date el permiso de cubrir tus necesidades y deseos de autocuidado, es lo que le da sabor a la vida y a al trabajo. Para nosotras, esta es la conexión que nos falta, porque nos sentimos culpables por darnos tiempo para nuestro autocuidado; pensamos “podría estar haciendo algo más productivo”. Hay que dejar ir los juicios y la culpa, porque el autocuidado es increíblemente productivo, es el fundamento para brillar en tu vida y en tu trabajo.

Acerca del autor: Mtra. Rocío Álvarez Bauza, 15 años orientada a la consultoría organizacional y dedicada a ayudar a las mujeres a transformarse en la mejor versión de sí mismas. Fundadora de “R|A Woman Training & Health”. Se desempeñó como Directora Regional de Great Place to Work® Institute México por 11 años. Maestra en Psicología Organizacional, Licenciada en Comunicación y Licenciada en Teatro, por la Universidad de las Américas Puebla. Health Coach Certificado por “Institute for Integrative Nutrition”.

 

Autor: Mtra. Rocío Álvarez Bauza.

Egresada, UDLAP.

Health Coach.

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