Graciela Iturbide y Luis de Tavira: fotografía y dramaturgia como realismo
Seré breve y conciso: tanto Graciela Iturbide como Luis de Tavira representan una realidad específica (traducida en un realismo) desde sus disciplinas específicas a través de un entendimiento profundo de las condiciones del contexto en el que se desempeñan. Para poder establecer mi argumento como verdadero se revisarán dos de sus obras: la serie sobre los indios Neris del desierto de Sonora de la fotógrafa y la adaptación de Esperando al zurdo del dramaturgo.
Primero, se debe entender la obra de Graciela Iturbide como algo mucho más complejo que una serie de imágenes que retratan situaciones específicas. En las fotografías tomadas por Graciela, se identifica a primera instancia una carga mucho más compleja que puede transmitir perfectamente las condiciones fenomenológicas que caracterizan al contexto específico que está retratando.
En este sentido, es pertinente analizar la serie fotográfica específica que realizó sobre los indios Neris en el desierto de Sonora, ya que refleja directamente el entendimiento profundo del contexto desértico de Punta chueca y la relación de los Neris con él. Para ello, a continuación se muestran tres fotografías características de lo anterior:
“Los Seris son antiguos nómadas. Para mí, esta fotografía representa la transición entre su forma tradicional de vida y los cambios que el capitalismo ha introducido en ella.”
A través de las tres fotografías anteriores se hace perfectamente evidente lo ya mencionado: Graciela Iturbide representa a través de su lente su entendimiento profundo sobre el estilo de vida de los indios Seris y su relación con su contexto tan específica. Sin embargo, Iturbide no solo hace visible esta condición, sino que primero se expone a ella, la entiende y la hace pública para después generar una realismo específico a partir de su interpretación utilizando la fotografía como medio.
Por otro lado, el dramaturgo Luis de Tavira le atribuye explícitamente a la disciplina en la que se desempeña una “consciencia y entendimiento contextual” que son necesarios para poder llegar a interpretar cualquier papel en una producción teatral. Podemos identificar esto de manera práctica a lo largo de su larga trayectoria, en la que ha interpretado a personajes como Sigmund Freud a partir de un entendimiento profundo y casi filosófico de lo que implica ser (o no ser) este personaje, planteando que se debe “sentir para llegar a entender y viceversa”.
Así, Luis de Tavira muestra un claro nivel de consciencia, concentración e intuición para entender la complejidad de cada personaje, lo que hay detrás de ella e interpretarla de diferentes maneras. Específicamente en la adaptación de Esperando al zurdo (originalmente de Clifford Odets) a la situación de huelga en la que se encontraban los trabajadores de Saltillo de la industria metalúrgica en la época correspondiente. La obra de Odets trata de una huelga de taxistas en la ciudad de Nueva York, y de Tavira propuso hacer una adaptación a partir de un entendimiento profundo de la situación en la ciudad de Saltillo. Después de que se presentara dicha producción específica en un teatro perteneciente a la universidad de Coahuila en la que estaba presente dicho sindicato de trabajadores, la reacción del público fue potenciada por la habilidad del dramaturgo para interpretar su situación y la agitación fue tal que las condiciones dentro del teatro llegaron a ser consideradas como inseguras.
Como plantea constantemente el dramaturgo, el teatro pasa de estar en un estado de representación pasiva y siguiendo las ideas de Bertolt Brecht, pasa a entender el problema y más importante las razones detrás de él. Así, en esta obra específica de la cual no se tiene evidencia fotográfica o mediática por su naturaleza, Luis de Tavira demuestra poder entender de manera profunda las condiciones características de una situación para así generar un producto que interpreta un realismo transmitido desde el teatro.
La obra de Graciela Iturbide y de Luis de Tavira convergen en varios sentidos. Desde lo más puntal y específico, ambos describen su obra utilizando un discurso poético. Ambos se expresan sobre su obra en función del entendimiento de la realidad en donde se desempeñan, y tienen cada uno una definición específica y una visión propia de lo que son las disciplinas de la fotografía y el teatro.
Asimismo y de manera más filosófica, ambos se desempeñan en disciplinas que tratan con una condición temporal efímera: la fotografía retrata un momento en específico y el teatro (al menos para de Tavira) tiene que ser vivido y leído en el momento en el que sucede únicamente. Dentro de la disciplina dramaturga el actor es y no es, y la fotografía explora una condición similar en el sentido de que una imagen es y no es el momento y el contexto específico que retrata.
Asimismo, ambos presentan una sensibilidad hacia los contextos en donde su disciplina se desenvuelve que vuelve su obra única y las vuelve más complejas que las demás de su tipo.
A manera de conclusión, seré breve y conciso de nuevo: Graciela Iturbide y Luis de Tavira representan una realidad específica (traducida en un realismo) desde sus disciplinas específicas a través de un entendimiento profundo de las condiciones del contexto en el que trabajan.
Referencias:
- El País. “Fotos: La Mirada Antropológica De Graciela Iturbide.” EL PAÍS, 18 July 2018, elpais.com/elpais/2018/05/31/album/1527775617_113388.html.
- Gaceta UNAM. “Maestro Luis De Tavira Noriega.” Gaceta UNAM, 22 Nov. 2018, www.gaceta.unam.mx/pun-luis-de-tavira/.
Sobre el autor:
Sergio De la Garza Lamberta.
[button link=»https://contexto.udlap.mx/wp-content/uploads/2021/11/IturbideyTavira_SDLG.pdf» size=»large» icon=»fa-download» side=»left» target=»» color=»f0691a» textcolor=»ffffff»]Descarga el artículo en PDF[/button]