Animales como sujetos de derecho

Animales como sujetos de derecho

Después del conmovedor cortometraje sobre el conejito Ralph, muchas personas optaron por cambiar sus productos a una alternativa libre de crueldad. Esto, porque según muchas personas sintieron remordimiento al ver como un conejo animado es cruelmente mutilado para el consumo humano.

Muchas veces la gente suele ver a los animales como seres inferiores, creyéndose el centro del universo, y se les olvida que nosotros también somos animales. Justificando su especismo día a día, porque a la sociedad le molesta ver cómo es que maltratan a un perro en la calle, pero no le molesta cómo un toro es asesinado frente a miles de personas bajo el nombre de una ̈disciplina ̈.

Mencioné la palabra «especismo«, y quizás no sea tan conocida. Así como existe el machismo, existe el especismo, que es poner una especie por encima de otras. ¿Desde cuándo la vida de un gato vale más que la vida de un borrego? ¿Quién decidió que hay que salvar a los pandas, pero matar a los rinocerontes?

El especismo está espantosamente plagado en nuestra vida diaria, desde que nosotros vamos al super a comprar una bistec, pero compramos croquetas para nuestros perros.

¿Alguna vez te habías detenido a pensar en esto?
Que el animal que estuvo en tu plato, el que fue asesinado por su piel, el que fue víctima de abuso, todos ellos son seres vivos, y sienten al igual que nosotros. La gente sabe que matar animales está mal, es parte de su criterio y su ética. Pero muchas veces uno tapa el sol con un dedo y prefiere no ver la cruda realidad.

Al final del día, uno termina siendo un consumidor, y así como tenemos privilegios tenemos responsabilidades. Los animales como los conejos, ratas y chinchillas son diariamente explotados para probar químicamente productos dirigidos para humanos.
A nosotros no nos cuesta nada cambiar de producto, pero a ellos les cuesta su vida.

Con todo lo mencionado, quiero llegar a un punto. Los animales no son objetos, son sujetos. No porque no tengan la evolución que nosotros tenemos deberíamos adueñarnos de sus vidas. Cada ser vivo está en la tierra por una razón, y no podemos atentar contra la integridad de otro animal. Como dije, no nos olvidemos que nosotros también somos animales, con los mismos derechos y ganas de vivir.

Invito a cualquier persona que haya leído mi pequeño artículo, que cuestione sus privilegios como especie, que se informe y después de eso, proceda a un cambio.

Sobre la autora:

Gabriela del Villar.

Contacto:

luisa.delvillarcs@udlap.mx

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