Seguridad hídrica y adaptación al cambio climático: el reto de la calidad del agua
Seguridad hídrica es la capacidad de tener acceso a cantidades adecuadas de agua de calidad aceptable para la salud humana, garantizar la protección de la vida y la propiedad contra riesgos relacionados. Históricamente, los desafíos relacionados con la seguridad hídrica han estado considerados con cantidad, sin embargo la calidad del agua no ha sido importante: si la calidad es inadecuada el agua limita el desarrollo, deteriora la salud y la productividad. Los parámetros que influyen en la calidad del agua son variados y entre estos están los contaminantes emergentes (CEs, como fármacos, hormonas y toxinas), los cuales son factores de riesgo no regulados en fuentes de abastecimiento, causando efectos indeseables como disfunciones endócrinas o la aparición de microorganismos de alta resistencia. En México no existe información de su presencia en el agua, pero la información disponible en otros sitios sugiere que se encuentran distribuidos en el ambiente y que no se eliminan mediante procesos convencionales de tratamiento.
El cambio climático (CC) también tiene efecto sobre la calidad del agua: se estima que éste generará eventos meteorológicos extremos como sequías con una mayor intensidad, que causarán el aumento de la concentración de CEs en fuentes de abastecimiento; las consecuencias del consumo de agua contaminada con alta concentración de CEs aún no son totalmente conocidas.
Generar nuevos procesos de tratamiento capaces de eliminar estos contaminantes es prioritario para la sostenibilidad de nuestro desarrollo. Las fuentes de energía no convencionales, los nano-materiales y el acceso a la información en línea eran conceptos de ciencia ficción hace unas décadas, lo que ahora vemos como parte de nuestra cotidianidad y como los medios que han permitido generar nuevos procesos de tratamiento.
La UDLAP realiza investigación sobre las consecuencias del CC y sobre disponibilidad y calidad del agua: una parte se enfoca en nuevos procesos de tratamiento de agua que emplean luz solar para activar nano-materiales, los cuales transforman energía radiante para promover la degradación de contaminantes; los proyectos de investigación realizados han permitido la exitosa eliminación de CEs y la generación de profesionistas capacitados en estos procedimientos.
Los retos creados por el CC para la sostenibilidad aún no han sido completamente estimados. La adaptación ya no es una actitud proactiva sino cada vez más reactiva, por lo que es importante reflexionar sobre cuál debe ser nuestra actitud hacia estos problemas. En su Commedia, Alighieri sentenció: “los lugares más oscuros del infierno se encuentran reservados para aquellos que mantienen la calma en épocas de crisis moral”, al respecto, habría que considerar si nuestras acciones ante el CC son suficientes o si, por nuestra inacción, estamos en riesgo de vivir un inferno Dantesco.
Cuando el último árbol sea talado,
el último pez sea comido,
y el último río contaminado,
entonces, entenderemos que el dinero no se puede comer
-Proverbio Cree
Por: Dr. Erick Bandala González
Ex profesor, UDLAP.