La ética científica como intercesor del progreso de la nanotecnología y de la nano-ética
El progreso humano se regular por el progreso de la ciencia y la tecnología. El mejoramiento de ambas disciplinas promete asegurar y sostener el camino adecuado para sostener un desarrollo óptimo y sustentable. La ciencia pretende descubrir para extender el conocimiento del hombre y entender los principios físicos, químicos y matemáticos del entorno. Por otra parte, la tecnología se hace de este conocimiento para crear e innovar las herramientas y objetos que conforman una civilización preparada y progresiva.
El crecimiento de la ciencia depende de las personas a quienes procura. Son éstas quienes definen el futuro de la tecnología y el enfoque de la ciencia a raíz de necesidades privativas. Debido a esto se dio la existencia de una filosofía encargada de justificar la voluntad de la ciencia y la tecnología basada en un margen moral y de sentido común: la ética científica.
Respecto a la relación de la ética y la nano-ciencia, se debe entender que la Nanotecnología se encuentra dentro de sus primeros años desde que comenzó a percibirse como una herramienta con el potencial de impulsar una nueva revolución tecnológica y científica. Desde el criticado discurso de Richard Feynman en 1959, la noción de lo que se encontraba “en el fondo” permaneció siendo una idea arcana y esotérica. Ahora, cuatro décadas después, el concepto de “fondo” adquirió dimensiones y propiedades nanométricas y, lo que ahí se encuentra, se acuñó como a lo que Richard se quería referir como “Nanotecnología”.
La profundización en la Nanotecnología es un evento relativamente nuevo para la comunidad científica y totalmente ajeno para el resto de las ciencias sociales. El desarrollo de esta nueva ciencia promete un enorme salto para el progreso de la humanidad. A través de la nano-ciencia es posible redescubrir a la materia y redirigir sus propiedades hacia un nuevo y progresivo futuro. No obstante, siendo la Nanotecnología un tema tan nuevo y ofuscado por su propio esoterismo, es también pertinente comenzar a ajustar los parámetros éticos que el progreso de la nano-ciencia debe respetar.
Lo que aún se desconoce de la materia y las implicaciones que pudiera tener es extenso y lo que actualmente se conoce es confuso inclusive para quienes se dedican a ello.
El alcance que la Nanotecnología puede tener y los impactos que pudiera ocasionar en los estilos de vida que actualmente rigen al hombre pueden llegar a ser en pro del bien estar humano o bien, contribuir a la deficiente y deplorable calidad de transparencia entre la ciencia y el resto de las ramas que conforman a una civilización (política, filosofía, economía, entre otras). Son estas diferentes ramas las cuales, en conjunto con la ciencia y tecnología y a través de un consenso, deben de establecer nuevas cláusulas que promuevan el desarrollo de la Nanotecnología y aseguren que éste sea a favor del progreso humano.
Por: Alfonso Rodríguez Sandoval
Estudiante de la Licenciatura en Nanotecnología e Ingeniería Molecular, UDLAP.