Grandeza y miseria del Centro Histórico de la ciudad de Puebla
Han transcurrido treinta años en que la zona de monumentos de la ciudad de Puebla fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (1987), tiempo durante el cual se han modificado las condiciones de desarrollo del propio municipio, ya que el acelerado proceso de configuración de la metrópoli le ha otorgado a la ciudad una clara preeminencia dentro del contexto regional. Acorde con esta circunstancia, en los últimos veinte años se ha observado una explosiva expansión física del área urbana, así como un incremento en inversiones inmobiliarias, equipamientos y servicios en áreas pertenecientes al municipio de Puebla y áreas contiguas (otros municipios). A pesar de su importancia histórica y cultural, el patrimonio edificado de la ciudad se ha transformado y se destruye por las presiones de nuevos usos del suelo, aumento de rentas del mismo o por decisiones de los gobernantes.
Esta situación se manifiesta en la degradación de las edificaciones coloniales, eclécticas, neoclásicas y de la primera mitad del siglo veinte de la modernidad arquitectónica, incorporando arquitectura contemporánea de dudosa calidad y obras espectaculares, en aras de la refuncionalización y posmodernización, descuidando su integración funcional, ambiental y morfológica; destrucción y degradación de grandes zonas y sitios históricos; prácticas escenográficas y «fachadismo» por efecto de las presiones del sector privado ejercidas hacia el aparato gubernamental federal, estatal y municipal.
No se tiene un plan de manejo que incorpore a los organismos del sector social a los trabajos y acciones de conservación del patrimonio edificado y sociocultural de la ciudad histórica. Los consejos de participación ciudadana han sido cooptados por la estructura gubernamental y el autoritarismo de los gobernantes en turno. Se han emprendido obras «faraónicas» sin sentido o utilidad, para la conservación del patrimonio, como las obras del sexenio pasado relacionadas con las ciclo-vías, parques lineales y teleférico, que han sido grandes inversiones y despilfarro de recursos creando nuevas expectativas de las rentas del suelo y los cambios inmobiliarios muy adecuados para la especulación y cambios de uso y destinos de la zona de monumentos, lo que ha conducido a un proceso de gentrificación de la parte central de la metrópoli poblana. Por otra parte, se carece de una política preventiva ante los riesgos y vulnerabilidad de la ciudad, como los eventos sísmicos de septiembre del año pasado, lo dejó de manifiesto la falta de mantenimiento del valioso patrimonio cultural de la ciudad que, poco a poco, se acerca a los quinientos años de su existencia.
Acerca del autor: Nicolás Esteban López Tamayo. Arquitecto (1978 UAP). Maestro en Planeamiento Urbano-Regional (1988) U. De Guanajuato. Doctor en Urbanismo, con Mención Honorífica. Facultad de Arquitectura. UNAM (1997). Miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT, Nivel 1. (1998-2001.) Profesor Titular del Departamento de Arquitectura de la Escuela de Artes y Humanidades de la Universidad de las Américas Puebla (2000- a la fecha). Profesor de la Facultad de Arquitectura de la BUAP (1974-1999). Profesor Visitante del Doctorado en Urbanística de la Universidad de Valladolid, España y la Universidad Iberoamericana Puebla. (1999-2004) Ha impartido cursos de Proyectos, Teoría de la Arquitectura, Historia de la Arquitectura, Urbanismo y Diseño Urbano. Profesor de las Maestrías en Ordenamiento del Territorio, Conservación del Patrimonio Edificado de la Facultad de Arquitectura BUAP, en Ingeniería de Transito y Transporte de la Facultad de Ingeniería Civil y Tecnología, de la Maestría en Psicología Social de la BUAP. Profesor visitante en la Universidad de Guanajuato, Universidad de Guadalajara y en la Universidad de Camagüey, Cuba. Profesor de la Maestría en Gerencia de Proyectos de Construcción del Departamento de Ingeniería Civil de la UDLA-P. Conferencista invitado en el Centro de Estudios Mexicanos de la Universidad de Texas en Austin USA. Profesor invitado al Programa de Doctorado en Urbanística de la Universidad de Valladolid, España. Ha dirigido o codirigido más de 300 tesis de licenciatura, quince de maestría y cinco de doctorado. Miembro del Consejo Académico Iberoamericano. Miembro del ICOMOS-México. Miembro de la Sociedad Interamericana de Planificación. Miembro de número de la Academia Nacional de Arquitectura. Sus líneas de investigación: Patrimonio Edificado y Desarrollo Urbano, Mercado de Suelo, Expansión Urbana y Diseño urbano. La enseñanza de la arquitectura y el urbanismo. Sus distinciones y reconocimientos. Por la Universidad de Camagüey (1984). Por la Universidad Autónoma de Puebla por 25 años de servicio. Premio al Mérito Académico Facultad de Arquitectura 1997 y 1998.Menciòn Honorífica en el Examen de Doctorado en Urbanismo Premio a la docencia 2001.UDLAP. Premio Jaguar al mejor profesor del Departamento de Arquitectura de la UDLAP (2003).Evaluador del Consejo Mexicano de Acreditación de la Enseñanza de la Arquitectura COMAEA 2003 a 2014. Evaluador nacional de la Acreditadora Nacional de Programas de Arquitectura y Disciplinas del Espacio Habitable. ANPADEH.(2014 a la fecha) Ha impartido más de 40 conferencias en eventos locales y 53 conferencias magistrales y ponencias principales en eventos nacionales e internacionales. Ha sido asesor y consultor responsable en 10 trabajos de planeación urbana, regional, ecológica y normativa para el gobierno federal estatal y municipal, así como para la iniciativa privada de 1980 a la fecha. Ha publicado 25 artículos y capítulos de libros en revistas especializadas nacionales e internacionales.
Por:Dr. Nicolas Esteban López Tamayo.
Profesor de tiempo completo del Departamento de Arquitectura, UDLAP.