Dos casos bancarios diferentes

Dos casos bancarios diferentes

La semana pasada Banco Azteca se dispuso a abrir una sucursal al lado de cada uno de los 300 Blockbuster que hay en nuestro país y que, al igual que el banco, son propiedad del grupo cuyo principal accionista es Ricardo Salinas Pliego. Se precisa, incluso, que a diferencia de Elektra, aquí la sucursal estará precisamente a un lado y no dentro de la tienda, lo cual sólo es relevante si no comparten los costos fijos.

Esto lleva a recordar las muy diferentes posiciones que guardan dos bancos enfocados a sectores económicos que la banca tradicional no había considerado. En primer lugar, Banco Azteca, que inició en 2002, cuenta con 1,500 sucursales, que se verán incrementadas con la apertura de estas nuevas 300 unidades, y evidentemente intenta llegar a todos los rincones del país; ya presume ser el banco de mayor cobertura a nivel nacional y ha traspasado las fronteras con sucursales en Panamá, Honduras, El Salvador, Brasil y Perú.

No disponemos de información sobre sus utilidades pero, conociendo las condiciones financieras de las otras empresas del Grupo Salinas, suena lógico que están obteniendo grandes utilidades, de otra manera no seguirían operando. Han realizado alianzas interesantes, en Puebla se notan ya sucursales del banco en supermercados de la cadena Chedraui, como sucede en Plaza Cristal. Es evidente, guste o no el estilo, que se ha sabido identificar cada parte del consorcio y que los segmentos reciben la debida atención.

En cambio Banco Wal-Mart, que inició en 2008, reporta que entre 2012 y 2013, ha reducido su presencia de 263 sucursales a 201 y se ha comentado ya que la trasnacional busca como deshacerse de un segmento que no entiende y que le genera casi 415 millones de pesos de pérdida operativa, a pesar de los 1,338 millones de pesos de ingresos brutos. Si hace unos meses vendieron Vips, que generaba ganancias, sólo es cuestión de tiempo para que vendan su institución de crédito que sólo les genera problemas.


Se trata de dos modelos de negocios diferentes, el de Wal-Mart, que es especializado, ha demostrado, incuestionablemente, su fortaleza y eficiencia, pero desprecia las variantes y las dispersiones sin siquiera intentar entenderlas. El de Grupo Salinas se ramifica, pero atiende los segmentos con cuidado y entrelaza lo que considera necesario para beneficiarse. Como modelo no desprecia nada y lo intenta todo. Ya hace muchos años se les pedía a los empleados de TV Azteca vender monedas olímpicas en un modesto e inicial intento de entrar a ámbitos financieros, que ahora podemos ver hasta dónde ha llegado.

Acerca del autor: Contador Público con estudios de Maestría en Administración y candidato a Doctor en Educación. Con más de 40 años de experiencia docente y profesional en contabilidad, costos, análisis financiero y auditoría. 291 cursos impartidos en diversas universidades, de los cuales el 88% ha sido a nivel licenciatura y el resto en maestría. 194 módulos de diplomado impartidos a personal de diversas empresas. Autor de los libros «Contabilidad 1», «Costos» y «Contabilidad Administrativa» con editorial Pearson. Articulista en diversos periódicos y autor de su propio blog «Visión Financiera». Coordinador de las materias Contabilidad Financiera, Contabilidad de Costos, Análisis de Costos y Contabilidad Gerencial.

Por: Mtro. Francisco Javier Calleja Bernal
Profesor de tiempo completo del Departamento de Finanzas y Contaduría de UDLAP
francisco.calleja@udlap.mx

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